En el año 1962, un incendio aparentemente inofensivo en un basurero de Centralia (Pensilvania) se extendió repentinamente por el subsuelo y encendió una veta de carbón situada bajo la ciudad. Las llamas de la superficie fueron extinguidas por los bomberos, pero el carbón siguió ardiendo bajo las casas hasta convertirse en un monstruo incontrolable que obligó a desalojar la ciudad. Hoy día, Centralia es un lugar abandonado y fantasmal. La mina subterránea sigue ardiendo y se calcula que contiene carbón para hacerlo durante 250 años más.Y hay quien dice que incluso hay combustible suficiente para mantener la combustión durante mil años más. Más sobre la historia de la ciudad de Centralia, fotos y vídeos y enlaces relacionados en el articulo de Fogonazos, Centralia, la boca del infierno.
Fuente: Microsiervos
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